viernes, 10 de octubre de 2014

Hace 8 meses que dejé el tabaquismo


Y NO, todavía no he perdido las ganas de fumar.
Admito que este mes ha sido mucho peor que los 2 anteriores respecto a las ganas de aspirar un cigarro.
Pensaba que me costaría más el verano, pero no ha sido así. Estos últimos 30 días he tenido que realizar un viaje de trabajo y todos mis compañeros eran fumadores, imaginaros el estrés de tener que estar viendo a los demás fumar constantemente, y tú, teniéndote que aguantar por una parte los nervios del trabajo y por otra los nervios de no poder fumar mientras todo el mundo a tu alrededor parecía una chimenea; admito que estuve a punto de coger un cigarro, pero mi cerebro fue un poco listo y me dijo : “No tires por la borda el trabajo de tantos meses, no seas boba” “ Mírales, parecen enfermos, no paran de fumar y con eso lo único que hacen es generarse más nervios, tú no quieres volver a verte en esa situación” y efectivamente, aunque parezca increíble desde que he dejado de fumar me pongo menos nerviosa ante momentos difíciles.
Por otra parte, también me ha costado seguir viendo fumar a mi chico, imagino que en parte es porque vuelve el frío y me molesta tener que estar pasando frío en la calle porque a los fumadores les apetezca fumar; además de nerviosos,  el tabaco nos hace egoístas, y estamos dispuestos a que los demás pasen frío para que nosotros podamos fumar ( y eso también me pasó en el viaje de trabajo). Por otra parte, cuando hacemos cosas en común y él está nervioso fuma como un carretero y yo tengo que estar aguantando los nervios más los nervios que me genera el verle a él fumar, y cada vez se hace más y más difícil; esto pasa con toda la gente de tu entorno, que ya se ha acostumbrado a que no fumas y no tienen ni un poquito de piedad en echarte el humo a la cara, cuando tú sigues siendo un adicto; al mes la gente es más prudente e intenta ayudar, pero después todo eso se acaba y sólo vale tu fuerza de voluntad.
Parece que vuelvo a mi peso normal, si bien es cierto que controlo mi dieta y sigo con el deporte.
No digo, por supuesto, que se me quitasen las ganas de fumar, pero también digo que por nada del mundo quiero volver a ser esa Paloma fumadora que estaba nerviosa pensando en cuando iba a poder fumar un cigarro, que olía mal, que daba más relevancia al tabaco que a muchas cosas más importantes en la vida.
Sé que no me puedo permitir ningún error ni ninguna recaída mínima porque lo echaré todo a perder; espero que en algún momento las cosas sean más fáciles y se me olvide, al fin, el maldito tabaco y esta mierda de adicción contra la que ya llevo luchando 8 meses ( y lo que te rondaré morena…). Mi vida cambia, mi entorno y mi trabajo; progreso, y todo lo he conseguido sin llevar tabaco en el bolso.

¡En que hora se me ocurriría coger un cigarro con 15 años!.

sábado, 6 de septiembre de 2014

7 Meses sin fumar




Pues sí, ayer mismo hicieron 7 meses desde que dejé de fumar, y lo cierto es que si no llego a mirar hoy la agenda casi se me vuelve a olvidar. Otro punto a mi favor es que ya se ha acabado prácticamente el verano, y que cada  vez es más evidente que he ganado al tabaquismo: Paloma 1-0 Tabaco.
He pasado algún momento un poco complicado, sobre todo durante las vacaciones, ya que mi pareja es todavía fumadora, y después de unas buenas comilonas y viéndole a él, me apetecía un cigarro, pero bueno, se le dice a la cabeza que no la apetece y listo; al final si controlas la mente, consigues cualquier cosa.
Ahora mismo, y ya básicamente desde la semi desintoxicación me doy cuenta de que lo que marca la diferencia entre tener éxito dejando el tabaco es cuestión de  QUERER hacerlo de verdad, como todo en la vida, si de verdad se quiere, se puede; hay que tener claro  que va a ser un sacrificio y un derroche de esfuerzo y fuerza de voluntad; en mis otros dos intentos de dejar de fumar fracasé, y tengo claro que fue porque todavía no quería hacerlo de verdad; el resto son meras excusas.

Al haber superado el verano tengo casi claro que no volveré a caer, sigo  diciéndole  a mi cabeza que no merece la pena tirar por la borda tanto esfuerzo; ya he superado las terrazas y salidas nocturnas, viajes, vacaciones, invierno, verano, frío y calor…. He cambiado mi forma de vida, hago deporte, mi capacidad pulmonar me resulta increíble y mi alimentación es más sana, he pillado unos kilos,sí, pero me siento mucho mejor. Si dejando de fumar he tomado la decisión más acertada de mi vida, volviendo a fumar cometería la mayor estupidez.

Cada vez veo el tabaco y a los fumadores más grises, y es cierto, no hay maquillaje que lo cubra.


viernes, 4 de julio de 2014

5 Meses sin fumar


 SAATCHI & SAATCHI BRUSSELS, BELGIUM
Creative Director: Jan Teulingkx
Copywriter: Raf De Smet/Bouke Zoete
Pues sí, ya cinco meses sin fumar.
Lo primero de todo es pediros perdón por no escribir nada durante el cuarto mes, pero se han juntado varias circunstancias que se han empeñado en ponerme difícil lo de escribir, pero bueno, mejor tarde que nunca ¡Volvemos a la carga!.
Sólo me falta un mes más y consigo llegar al medio año sin fumar ¿ Ya está todo hecho? Pues me temo que no, porque al final creo que hay muy muy pocos días en lo que no haya pensado en el tabaco; no es cuestión de echar la culpa a los demás, pero es cierto que el estar rodeada de gente que fuma hace muchísimo más duro el proceso, y hay que ser más fuerte todavía. Hay momentos en los que se supera con facilidad y otros en los que te entran ganas de subirte por las paredes, pero la vida sigue, y su calidad es mucho mejor desde que dejas el tabaco.

Ahora mismo siento una especie de rabia y asco por los fumadores, me da la sensación de que son irrespetuosos ( y por supuesto, yo lo fui , la que más) porque se encienden en cigarro en las casas de los demás, en los bares en cuanto les dejan sin pensar que están obligado a los demás a tragar un humo cancerígeno, el vicio es tal que no sólo les da igual hacerse daño a ellos mismos, sino que egoístamente imponen las normas del mundo y fuman tranquilamente mientras obligan a los demás tragarse el humo.  Y sí, como leéis me estoy volviendo radicalmente anti-tabaco, es una cosa absurda que sólo genera problemas y saca lo peor de nosotros mismos; muchas veces lo siento y siento ser así con los fumadores, pero tengo que mantenerme firme y en la tendencia del anti- tabaquismo, parece duro, pero por mucho asco que me de, tengo dos opciones:
Odiarlo con solidez o volver a ser drogadicta.

¡Ánimo a todos los que lo estáis dejando! Será una de las mejores decisiones que toméis en toda vuestra vida.

Y por cierto, este año, con los 5 meses sin fumar me he pagado unas vacaciones de una semana ( 366,88 euros ahorrados y gastados en darme un buen capricho).

Además de contabilizar ya 3668 cigarros menos matando mi metabolismo.
Foto prestada de :
http://www.lacapitalmdp.com/contenidos/rc/playa-colillas/


viernes, 9 de mayo de 2014

3 Meses sin fumar



¡Alá! 90 días sin fumar, se dice pronto. Me he dado cuenta de esta fecha señalada porque lo fui escribiendo en mi agenda cuando dejé de fumar (hace ya 3 meses, aunque parezca increíble) e irme motivando según lo fuese viendo, cada vez lo doy menos importancia porque ya he asumido que puedo y que mi vida ya es un vida libre de humos, pero cuando ves remarcado en naranja fosforito lo de “3 meses sin fumar” pues hace ilusión .

Supongo que estaréis esperando que os diga que a los 3 meses ya no cuesta absolutamente no pensar en los cigarros, pero no es así, hay muchos momentos en los que “El apetecer” viene a la cabeza. Pero no os preocupéis, porque no pasa nada, la vida sigue siendo maravillosa y disfrutable sin el cigarro en mano. Lo bueno de ser cabezota es que dije que no al tabaco y voy a seguir firme (aunque a veces me apetezca).

Las situaciones más críticas de este mes han sido propiciadas por el buen tiempo y unas vacaciones, el mono volvió especialmente en dos momentos puntuales:

1) Cerveza nocturna en un vaso alemán enorme consumida en una terraza preciosa.
2) Momento playa tirada al sol, recién salida del agua , oliendo todos los cigarros de todos los fumadores que estaban allí.

Visto desde el optimismo, son dos pruebas superadas más ¡Qué alegría! ¡2 Victorias más ante el tabaco! Por otro lado, a pesar de que vaya con el marcador muy por encima del cigarro, la báscula sí que me está ganando a mí, en estos 3 meses he ganado 5 kilos más, y parece que no hay forma de quitárselos haciendo deporte; de todos modos es un problema que ya tengo medio solucionado, me voy a esperar a que el mono del tabaco deje de revolotear en mi cabezota y ya ahí me plantearé el controlar un poquito más mi dieta, pero de momento tengo que seguir invirtiendo mi fuerza de voluntad en el NO fumar .

También me he dado cuenta en este proceso de muchas cosas, antes leía estadísticas sobre el tabaquismo y la salud pero realmente ahora me doy cuenta de lo gravísimas que son las consecuencias del tabaco, antes nunca miraba a las personas cuando fumaban, ahora las miro y me siento preocupada por ellas, me da rabia que se hagan ese daño, sobre todo la gente a la que quiero. Otra de las cosas que he percibido también es lo realmente mal que huele el tabaco y lo que de verdad fastidiaba los pulmones…la diferencia al respirar es increíble y para demostraros como se sienten mis pulmones libres del tabaco hice la imagen principal de este post.


Seguiré contándoos…¡No hay que perder el ánimo y la fuerza nunca!

jueves, 24 de abril de 2014

2 meses y 15 días sin fumar


El motivo de que escriba más de vez en cuando en el blog es porque ya sólo me acuerdo del tabaco muy de vez en cuando.

Es cierto que a veces cuando hablo con otros ex fumadores y me dicen que han pasado años desde que dejaron de fumar y se siguen acordando del cigarro me siento un poco desesperanzada, de momento la lucha no me está resultando excesivamente dura, y cada vez menos, pero me da miedo que en algún momento me lo resulte y volver a caer en el vicio como una idiota.

De momento he de admitir que he tenido ganas incontables de fumarme un cigarro, pero son ganas controlables y rápidas que van desapareciendo poco a poco. Es importante ser consciente de que a estas alturas mi metabolismo no tiene ninguna necesidad física de fumar, es todo mental, y si soy capaz de controlar mi mente para mil cosas también lo soy para esto.

Vuelvo a repetir que dejar de fumar no es un camino de flores y que indudablemente tienes que concienciarte de que vas a pasar un primer mes lleno de mono, ansiedad y nerviosismo, pero que un mes no es nada y es menos aun cuando estás salvando a tu cuerpo de enfermedades atroces para el resto de tu vida (por lo menos de las provocadas o aumentadas por el tabaco, y cuidado, que no quiero decir que los no fumadores jamás vayan a enfermar). Si abrimos los ojos ante la realidad el dejar de fumar nos será más sencillo, tenemos que pensar que estamos luchando en una batalla con el único fin de dejar de hacernos daño a nosotros mismos.

Muchas veces me avergüenzo de mi misma al haber tenido los típicos comentarios de “ joe, para un vicio que tengo” , “ de algo me tendré que morir”, “fumando no hago daño a nadie” , pues sí Palomita, fumando te hacías daño a ti misma…y ya se sabe que sin quererse a uno mismo, es difícil querer a los demás; siempre he creído que tenía una buena dosis de amor propio, pero al haber dejado de fumar me he dado cuenta de que realmente no lo tenía, me estaba maltratando a mí misma. Dejar de fumar me ha ayudado a quererme más y a sentirme orgullosa de mi misma y de mi forma de actuar. Para respetar a nuestro entorno, lo primero que tenemos que hacer es respetarnos a nosotros mismos.

Y aunque toda esta aventura tenga sus ratos duros es una aventura que se dirige a la liberación de mi cuerpo y mi mente del veneno,  merece la pena, diría incluso que es lo mejor que he hecho por mí misma en lo que llevo de vida.

Ahora miro a los fumadores con otros ojos, los veo como personas con la piel gris y cetrina, de mirada triste, rodeadas por un aureola pálida y marchita, con una vitalidad consumida por el tabaco y un olor apestoso en su piel (es así de duro, pero los fumadores reniegan hasta de su propio olor, de parte de su identidad), y aunque parezca increíble, estos últimos días me he tenido incluso que alejar cuando algún fumador ha estado excesivamente cerca por no poder soportar el olor.


Dicen que en la vida no hay que arrepentirse de nada de lo que has hecho, pero admito que estoy arrepentida de haber fumado durante todos estos años, de haberme maltratado, de vestir mi piel con color cetrino y dejar que el tabaco me arrancase mi vitalidad. Cada vez que me viene a la mente un cigarro o llega una ligera ansiedad es tan sencillo como recordarme a mí misma sumergida en el humo grisáceo y en el vicio mortal. No quiero volver a ser esa Paloma triste que se humillaba y vejaba  a sí misma.