sábado, 13 de febrero de 2016

2 años sin fumar

Pues sí, es verdad que el tiempo pasa volando. Hace ya 2 años que dejé de fumar y parece que fue ayer.
Lo cierto es que definitivamente ya no tengo ganas de fumar, algunas veces veo a alguien humeando y me puede apetecer, pero mi cabezota tiene completamente asumido que fumar NO merece la pena, cada vez me irrita más el olor del tabaco, y me molesta incluso que me huela algo el pelo o la ropa porque alguien fume a mi lado, y sí, he llegado hasta a sentir nauseas por el olor a tabaco o a tener que lavarme el pelo porque era incapaz de dormir mientras este me oliese a humazo. ¿Quién me lo iba a decir? pues nadie, pero sí, me pasa; incluso a veces considero que me he vuelto demasiado radical con este asunto de ser “Anti-tabaco”, me imagino que también será un mecanismo psicológico de autodefensa, pero a día de hoy considero que fumar es una de las estupideces más graves que comete el ser humano, algo similar a pasarse la vida andando por un precipicio conociendo el riesgo de caerte y matarte.pues básicamente es lo mismo, pulirte el dinero en algo que consume tu metabolismo.


Con un orgullo inmenso puedo decir que dejar de fumar ha sido una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida y con más honra aún puedo decir que lo he logrado, y que hace 2 años que no he vuelto a aspirar un cigarro, y además, estoy segura de mis capacidades y convencida de mis ideas y sé que no volveré a hacerlo, eso es lo mejor de todo este proceso de recuperación de salud y de autoestima.


viernes, 6 de febrero de 2015

¡Un año sin fumar!


Pues hoy puedo celebrarlo por todo lo alto, porque lo he conseguido:
 ¡¡¡HACE UN AÑO QUE DEJE DE FUMAR!!!.
Echo la vista atrás y casi ni yo misma me lo creo, he conseguido superar el vicio, ya me veo como una chica nueva, y cada vez que me encuentro una foto mía con un cigarro en la mano, no me reconozco; me veo extraña, distinta (y eso que hay muchas fotos en las que salgo fumando, que menudo vicio tenía).
Lo cierto es que cada vez pienso menos en fumar, quizá porque ahora me muevo en sitios en los que la gente es no fumadora, y los días pasan sin que tenga nada de ganas de consumir tabaco, aunque de vez en cuando me acuerdo, como un recuerdo lejano de una costumbre que tenía y que con mi trabajo he conseguido superar.
Siempre estaré agradecida a mi amigo Patxi, que me ayudó de principio a fin a abrir los ojos frente al tabaco, y me acompañó en este largo y duro proceso, me alegro muchísimo también de que él sume ya dos años desde que dejó el vicio, sin su ayuda y su apoyo no lo hubiese conseguido nunca.
También a mi chico, que aunque él siga fumando y lo siga haciendo delante de mí, ha sido capaz de decirme "no te doy un cigarro" en algún momento en el que viéndole a él me ha apetecido más de la cuenta.
Y a tod@s mis amig@s y mis familiares también, que han aguantado mi mal humor y me han escuchado mil y una veces contar todo mi proceso de desintoxicación como si no tuviese otro tema del que hablar ( a partir de ahora prometo ser muchísimo menos pesada).
A día de hoy me atrevo a decir que la victoria está casi ganada, pero sigo tensa y atenta en la retaguardia, porque el tabaco es un enemigo muy muy duro.



miércoles, 7 de enero de 2015

11 Meses sin fumar

"Por eso no le temo al fuego, pero sí a las cenizas"

No puedo evitar proclamar que la batalla está casi ganada. A lo tonto y a lo bobo ha pasado casi un año y tengo la convicción de que no volveré a fumar por muchas ganas que tenga, y me propongo además, que si he sabido superar el tabaquismo, podré superar y conseguir muchísimas cosas más.


Sigo arrepintiéndome y preguntándome a mí misma : 
-¿Cómo fuiste tan idiota?. ¿Por qué te dejaste engañar por la publicidad y la tontería de la adolescencia?-.
Me da mucha rabia haber caído en la trampa del tabaquismo y haber tenido que luchar contra él, con lo que fácil que hubiera sido no haber fumado nunca...Aunque visto por otra parte, el dejar el tabaco ha sido una lucha bonita que me ha recordado que tengo una gran fuerza de voluntad y me ha descubierto muchísimas capacidades que desconocía en mí; al final, hay que aprender de todo en esta vida, y pase lo que pase, lo mejor es intentar sacar el lado positivo y masticar la experiencia y aplicarla en otros ámbitos.

Me encantaría decir que he perdido las ganas al completo de fumar, pero estaría mintiendo; aunque lo cierto es que he superado las copas y las comilonas de estas navidades casi sin pensar lo del tabaco, o pensándolo a mi manera , porque al final el dejar de fumar es tan sencillo como cambiar la forma de pensar sobre un producto que ha entrado en tu cabeza presentándose con determinados valores positivos. El poder de olvidar el tabaco está en la capacidad de nuestra inteligencia para ver LA VERDAD y entender que todo lo que va de la mano con el fumar es negativo para nosotros mismos y nuestro entorno.

martes, 30 de diciembre de 2014

2014: El año que dejé el tabaco.



Y cambiamos de año; y entre otras cosas, el 2014 siempre será importante para mí, porque durante él tuve la valentía de eliminar el tabaco de mi vida, y empezar a sustituir por cosas buenas mis malos hábitos.
Dejando el tabaco he profundizado en actitudes, sentimientos, e incluso me he descubierto a mi misma. He entendido que por encima del dinero está la salud, y que el cuerpo es el mayor regalo que la naturaleza nos da en nuestra vida, y tenemos la obligación de cuidarlo como nuestro más preciado tesoro.
Me he dado cuenta de que en el fondo nunca he sido débil,  he aprendido a no callarme por un cigarro, ni a censurar mis propias emociones por el humo.
 Dejar el tabaco me ha ayudado a ver las cosas con mayor nitidez, a querer más y a tener menos miedo.
Así que al 2015 le pido la misma valentía y fuerza de voluntad que tuve en el 2014 para seguir con la lucha contra el tabaquismo, y le pido también que se la de a la gente que quiero para que también pueda dejar el vicio y sentirse mejor. 

Hay años, vidas y sueños sin tabaco.
¡Feliz entrada y salida a todos!


martes, 9 de diciembre de 2014

10 meses sin fumar

Todos somos libres de elegir, pero también debemos saber que lo que elijamos tendrá unas consecuencias.
Yo decidí dejar de matarme hace 10 meses.

Este último mes ha sido similar al anterior, no puedo decir que no tenga ganas de fumar, pero también sé que no quiero hacerlo; y en la vida, una vez que sabes lo que quieres, ya lo tienes todo casi hecho.

Soy libre de estar pendiente de tener que ir al estanco a comprar tabaco, soy libre de tener que pasarme las 24 horas del día pendiente del mono de la nicotina, mi piel y mis pulmones cada vez están más limpios de alquitrán; mi olor y mi sabor es el de Paloma, una persona única; y no el apestoso y común olor que tiene cualquier fumador. 
Soy libre, cual caballo sin riendas ni humanos; y he tenido el valor de, en una sociedad en la que nos hacen esclavos de casi todo, poder liberarme de un vicio y unos impuestos idiotas; y sentirme orgullosa por haber tenido la oportunidad y la capacidad de corregir uno de los errores más grandes que he cometido en mi vida: haber sido fumadora.



lunes, 10 de noviembre de 2014

9 Meses sin fumar.


Efectivamente, la vida NO es un camino de flores. Durante este noveno mes de ex-adicta me he dado cuenta al 100% de que aunque la vida me ponga pruebas, el tabaco jamás va a solucionar ninguno de mis problemas, y de que posiblemente, lo que haga sea aumentarlos. 
Ha sido un mes complicado a nivel personal con ciertos desbarajustes laborales, tan sólo en un mes he variado entre 3 trabajos, y ahora, al fin, parece que vuelvo a encontrar algo de estabilidad.
Me he dado cuenta, aunque os parezca increíble que dejar el tabaquismo me ha ayudado a encontrar trabajo con mayor facilidad, y que además, si precisamente durante este tiempo he padecido problemas económicos, el fumar lo único que hubiese conseguido es que estuviese más pobre todavía ( y es que a día de hoy, en mi cuenta hay 800 euros más; que gracias a mi fuerza de voluntad siguen ahí, sin ser consumidos en humo para matarme; lo digo alto y claro).
Lo cierto es que este mes he llevado bastante bien mi ex-vicio, y aunque con un par de "me apetece un cigarro" he superado todo con facilidad y mi cabeza claramente comprende que es algo que mi cuerpo no va a volver a hacer porque es malo y no merece la pena.
Lo importante, cómo ya he dicho en post anteriores, es que la vida sigue completamente igual, y encima me he quitado la necesidad de fumar, soy una Paloma un poquito más libre y más sana. 
¡Y cada vez queda menos para llegar al año de ex-adicta!


viernes, 10 de octubre de 2014

Hace 8 meses que dejé el tabaquismo


Y NO, todavía no he perdido las ganas de fumar.
Admito que este mes ha sido mucho peor que los 2 anteriores respecto a las ganas de aspirar un cigarro.
Pensaba que me costaría más el verano, pero no ha sido así. Estos últimos 30 días he tenido que realizar un viaje de trabajo y todos mis compañeros eran fumadores, imaginaros el estrés de tener que estar viendo a los demás fumar constantemente, y tú, teniéndote que aguantar por una parte los nervios del trabajo y por otra los nervios de no poder fumar mientras todo el mundo a tu alrededor parecía una chimenea; admito que estuve a punto de coger un cigarro, pero mi cerebro fue un poco listo y me dijo : “No tires por la borda el trabajo de tantos meses, no seas boba” “ Mírales, parecen enfermos, no paran de fumar y con eso lo único que hacen es generarse más nervios, tú no quieres volver a verte en esa situación” y efectivamente, aunque parezca increíble desde que he dejado de fumar me pongo menos nerviosa ante momentos difíciles.
Por otra parte, también me ha costado seguir viendo fumar a mi chico, imagino que en parte es porque vuelve el frío y me molesta tener que estar pasando frío en la calle porque a los fumadores les apetezca fumar; además de nerviosos,  el tabaco nos hace egoístas, y estamos dispuestos a que los demás pasen frío para que nosotros podamos fumar ( y eso también me pasó en el viaje de trabajo). Por otra parte, cuando hacemos cosas en común y él está nervioso fuma como un carretero y yo tengo que estar aguantando los nervios más los nervios que me genera el verle a él fumar, y cada vez se hace más y más difícil; esto pasa con toda la gente de tu entorno, que ya se ha acostumbrado a que no fumas y no tienen ni un poquito de piedad en echarte el humo a la cara, cuando tú sigues siendo un adicto; al mes la gente es más prudente e intenta ayudar, pero después todo eso se acaba y sólo vale tu fuerza de voluntad.
Parece que vuelvo a mi peso normal, si bien es cierto que controlo mi dieta y sigo con el deporte.
No digo, por supuesto, que se me quitasen las ganas de fumar, pero también digo que por nada del mundo quiero volver a ser esa Paloma fumadora que estaba nerviosa pensando en cuando iba a poder fumar un cigarro, que olía mal, que daba más relevancia al tabaco que a muchas cosas más importantes en la vida.
Sé que no me puedo permitir ningún error ni ninguna recaída mínima porque lo echaré todo a perder; espero que en algún momento las cosas sean más fáciles y se me olvide, al fin, el maldito tabaco y esta mierda de adicción contra la que ya llevo luchando 8 meses ( y lo que te rondaré morena…). Mi vida cambia, mi entorno y mi trabajo; progreso, y todo lo he conseguido sin llevar tabaco en el bolso.

¡En que hora se me ocurriría coger un cigarro con 15 años!.