lunes, 10 de marzo de 2014

17, 18, 19, 20 y 21 días sin fumar

A estas alturas me doy cuenta de que dejar de fumar durante la mayoría de tiempo se ha convertido más en un placer que en una tortura.
Fotografía de Frieke Janssens
Ahora mismo siento que esto es uno de los retos más grandes que me he propuesto y que además lo estoy consiguiendo (es triste pensar que dejar de fumar sea más difícil que aguantar trabajos insoportables, estudiar  en la universidad o aprender idiomas ¡Maldita droga!)
Pasado el periodo de mono más grande me hago varias preguntas:
¿Por qué fui tan tonta engañándome y me enganché?
¿Por qué no hice caso cuando me dijeron que era malo?
¿Cómo he podido disfrutas consumiendo esta mierda?

Ya han pasado 3 semanas desde que quise desengancharme y tengo clarísimo que no quiero volver (esto es lo más importante de todo, tener claro que no quieres volver, porque si no estás perdid@).
 Mi chico me dijo hace tiempo una frase de El Langui  que he repetido en mi cabezota durante todo este tiempo: “A mí no me digas que no se puede”.

Pues puedo, y voy a seguir sin consumir esta droga que me ha robado la salud y el aire de mis pulmones durante 10 años de vida.
Os dejo un enlace curioso sobre el tabaco escrito por Luz Espinosa (@Magdaduduls)  en el que habla sobre un trabajo de la fotógrafa belga Frieke Janssens, y por supuesto os invito también a que reflexionéis sobre ello y sobre la gran mentira que la publicidad ha inyectado en nuestra sociedad:



¡Aprender a decir NO!

Día 21 sin fumar : Fecha clave, los expertos en conducta humana aseguran  que los hábitos se pierden o se adquieren en 21 días

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