Sé qué es duro, pero dejar de fumar también ha conseguido
que sepa distinguir entre las personas que me quieren de verdad y las que no.
Por eso este post quiero dedicarlo a daros las gracias, a
todos y cada uno de los que habéis estado a mi lado o me habéis mostrado
vuestro apoyo en este proceso.
Me he dado cuenta de que la amistad no es decirte sólo cosas
bonitas, sino también las malas. A un amigo de verdad no le va a parecer bien
todo lo que hagas, sino que va a saber prevenirte del peligro, va a estar ahí
para abrirte los ojos frente a lo que estás haciendo mal, ahí es cuando se
demuestra el amor. Un amigo estará
contigo no siempre en las buenas, pero siempre en las malas. Un amigo es
sincero contigo, para lo bueno y para lo malo, para hacerte reír, pero también
llorar.
Quiero agradecer a Patxi que me cogiese el teléfono ese día
en el que decidí dejarlo, quiero
agradecerle ese año que me lleva de ventaja en el ex tabaquismo, porque fue él
quien me abrió los ojos. “Un verdadero amigo no es el que ofrece drogas, si no
el que ayuda a no caer en ellas”.
Gracias, porque tú me has sacado de esto. Y de paso aprovecho para pedir
perdón, por si en algún momento alguien cayó en el tabaquismo por mi culpa, o
por todos los cigarros que he dado o he incitado a consumir mientras he sido
fumadora.
Quiero agradecer a mis padres y mi hermana su apoyo
incondicional y pedirles perdón por todas las veces que me han dicho que dejase
de fumar y he hecho oídos sordos y por
todas las que he estado inaguantable por abandonar el vicio. Ellos buscaban mi
bien por encima de todo.
Dar las gracias también a Mario, mi rubio, que ha aguantado
como un campeón mi mala leche, y que ha confiado en mí y me ha animado con
fuerza a no volver a engancharme. Sé que en el fondo se siente orgulloso de mí
por esto y espero que tarde o temprano sea yo la que pueda ayudarle a dejar el tabaco, porque le quiero (aunque
se enfade cuando le digo lo malo que es fumar).
Quiero dar las gracias
por orden alfabético a Alberto, Anita, Barby, Belén, Briega, Celia,
Corta, Cova, Cris, Danis, Darío, Eduardo, Eli , Fofa, Guadalupe, Javi, Katia,
Irene, Lore, Maca, Marina, Merce, Mery, Miris, Mónica, Negri, Pablo, Paula,
Peri, prima Clara , prima Ruth, primo
David, Rocío, Sandras, Sara, Sofía, Sonia, Tía Montse, Titi y a toda mi familia
en general.
Quiero daros las gracias también a los que me leéis, aunque
no nos conozcamos
Y por supuesto, a los que fumáis os animo a que lo dejéis.
Me siento especialmente feliz por mi tía Rosa, que también
se ha animado a dejar de fumar y por mis dos abuelas y mi abuelo, que sé que están
verdaderamente felices por mi conversión al anti-tabaquismo.
Perdonarme si me olvido de alguien, creerme de verdad que os
lo agradezco muchísimo a todos y que cualquier gesto de apoyo en este proceso ha
significado algo importantísimo para mí. El simple hecho de preguntar si
molesta antes de fumar es de gran ayuda.
La nueva Paloma, al fin libre, os manda un fuerte abrazo a
todos y os da las gracias de corazón.